sábado, 23 de julio de 2011

León o el primer indulto

Domingo, 26 de Junio de 2011


¿Cómo controlar la tragedia? ¿Cómo programar la magia? ¿Cómo sistematizar el duende? Cada pase, cada quite, cada faena son irrepetibles porque cada toro y cada circunstancia lo son. La tauromaquia, como la gastronomía, son artes efímeros que nacen y mueren en el presente. Te lo podrán contar, te lo podrán describir, lo podrás leer, pero nunca, nunca, será lo mismo que haberlo vivido.


Hoy podía haber sido otro de esos días iguales a otro cualquiera, con las mismas rutinas en decorados distintos pero, de pronto, llegó la tarde y con ella ese cuarto toro de Zalduendo de nombre Nobel y herrado con el número 162 que empezó a embestir, embestir y embestir, y el torero a disfrutar, disfrutar y disfrutar.

Las plazas cubiertas, como la de León, se convierten en auténticas ollas a presión que multiplican el estado de ánimo de los tendidos. Las broncas son más broncas y las ovaciones puro decibelio en vena. A punto estaba de saltar la válvula cuando el presidente, y por primera vez en la carrera de Cayetano, sacó el pañuelo naranja que simboliza la vida y que indica ese punto de éxtasis en que confluyen los cuatro años de trabajo de laboratorio y campo de un ganadero con el sacrificio y la formación de un torero. Es el clímax de este arte, cuando la Fiesta, más que nunca, hace honor a su nombre.


Hubo abrazo emocionado con Fernando Domecq que, además de ser el ganadero clave de la carrera de Cayetano presente en tardes trascendentales como la de su presentación en Ronda o su alternativa, y como si de historias paralelas se tratase, también venía de atravesar una mala racha que pareció tener su punto de inflexión en Granada con las cuatro orejas del torero: “Fernando, me hace mucha ilusión que el primer toro que indulto en mi carrera sea tuyo. ¡Y que falta que nos hacía esto a los dos!”.


Luego hubo otra gran faena al último de la tarde emborronada con la espada; pero a esas alturas, ya poco importaba. León, ya estaba por siempre en el corazón.

                                                        Foto: Miguel López
De Izquierda a derecha: José Antonio Carretero, Aitor Sánchez, Fernando Pérez, Manuel Cid, Ramiro Curá, Roberto Gómez, Cayetano y José Rus. La cuadrilla al completo en el callejón de León minutos después del primer indulto de la carrera de Cayetano. Sólo faltan los chóferes - Ángel Gómez y Jesús Nava - y el apoderado, Curro Vázquez, que, paradojas de la vida, después de estar al lado de Cayetano desde que toreó su primer novillo en el campo, justo ese día se encontraba acompañando a su otro poderdante, Morante de la Puebla, en Algeciras...pero se emocionó con la llamada de Cayetano como si hubiera estado presente.

Salida a hombros de Cayetano en León tras el indulto de Nobel.


León, ya por siempre en el corazón: De camino a la plaza por la mañana, me crucé con este corazón dibujado en un parque y lo retraté, como si de un presentimiento se tratase...

4 comentarios:

  1. Madre mía Ramiro!!!! que intensidad y sentimientos, me he quedado sin palabras..., ya me imaginaba que esta entrada iba a ser emocionante, y más tratandose de un acontecimiento como este, que espero y deseo que se vuelva a repetir más veces, y tú que nos lo cuentes (y yo que lo vea).Enhorabuena a todos.
    besos.

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  2. Ole, ole y ole los toreros buenos.A todos vosotros os felicito por el premio al trabajo bien hecho y la perseverancia. Y a los que no sepan ver el arte de " mi " Cayetano que se fastidien porque será que no sabrán apreciar la belleza.
    FELICIDADES RAMIRO Y...¿no te planteas escribir un libro?

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  3. Buenas noches, que felicidad leer noticias como estas, me alegro muchísimo del indulto, son noticias muy emocionantes.
    Respecto a las plazas cubiertas ya lo creo que son ollas a presión, vosotros porque captáis todo y el espectador no te imaginas como se levanta al acabar la corrida”fijate en la culera”.
    UN BESAZO MUY GRANDE

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  4. A día de hoy,aún emociona recordar esos momentos al leerlo.Me alegré y emocioné entonces,y me vuelvo a alegrar y a emocionar.
    "En el albero,caben las tardes de gloria,esas que la retina graba a fuego,y el corazón encierra para la historia.Caben las tardes con sabor amargo,cuando los sueños naufragan a otro escenario...pero lo que nunca falla sea Madrid,Gijón,ó Sevilla,es la buena gente que compone el Maestro y la cuadrilla"
    Gracias a todos por hacernos vibrar en una plaza!☺

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